25/10/2017
Secretos de la pasta italiana en México
La pasta es un plato que tiene una larga historia, se sabe que en 1740 se abrió la primera fábrica de pasta, esto ocurrió en Venecia. Cien años después, en Amalfi, empezaron a usar molinos de agua y moledoras de piedra, donde la sémola era separada del salvado, para fabricar la pasta como la conocemos.
Italia es el mayor productor, con una manufactura de 74% mundial.
La pasta es un alimento versátil, exquisito y popular y desde hace 22 años se celebra el Día Mundial de la Pasta, los 25 de octubre, y se celebró por primera vez en Roma.
Nonna, restaurante de alta cocina italiana, en el corazón de la Condesa, lo celebra con su gran variedad de pastas.
Las pastas se categorizan, según su preparación y forma, y en Nonna hay para todos los gustos. Algunas que se pueden degustar son:
Ravioli, una pasta rellena de diferentes ingredientes, replegada en forma cuadrada. Se prepara de queso Ricotta con ralladura de limón amarillo, bañados con salsa pomodoro y albahaca, que le da un toque fresco y mentolado.
La lasagna, pasta de finas láminas, puede ser la tradicional, con carne a la boloñesa. O la de Portobello, preparada con finas láminas de arroz, requesón de nuez, queso de cabra, berenjena, zanahoria, calabaza, espinaca y portobello.
Gnocchi, un tipo de pasta artesanal, elaborada con patata y queso Ricotta (con o sin espinacas). Existen dos variantes, al pomodoro, con salsa del mismo nombre y parmesano. Y Del Padrino, un platillo con salsa cremosa de mascarpone, gorgonzola y nuez troceada.
Linguine, pasta larga, originaria de Campania, región de Italia. El chef Pedro Cabrera lo ha llamado Del Pescatore y es una deliciosa combinación de mariscos con salsa de tomate.
El tradicional espagueti es una de las variantes más representativas de la gastronomía italiana, cuya popularidad trasciende a otros países. El espagueti a la Puttanesca tiene un toque especial, bañado de salsa pomodoro con aceitunas negras, alcaparras, anchoas y aceite de oliva. También se puede servir a la ruota pomodoro, con salsa de tomate y un toque de albahaca.
El fetuccinne dolce vita se sirve con camarones y espárragos al vino blanco con salsa de mascarpone. O el fettucine al salmone, con salmón fresco y ahumado, flameados en vodka.
El fusilli, que tradicionalmente se torna del color de los ingredientes, se elabora al ai gamberoni, cuyo color rojizo resulta de la combinación de chipotle y camarones salteados.
Entre las especialidades de la casa, el chef Pedro Cabrera recomienda la pasta Pappardelle, con salsa de hongos porcini y portobello.